miércoles, 16 de septiembre de 2009

147. La novela del tiempo - Capítulo 6

En esta oportunidad, la visita al balcón fue acompañada de un intercambio muy escaso de palabras entre Juan y Enrique, ya que cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos los que, luego de las ideas que ambos habían escuchado, se habían vuelto súbitamente mucho más complejos.
María demoró en la cocina tan solo diez minutos y retornó a la sala con una bandeja que contenía cerca de una docena de muy pequeñas pizzas. “¡Qué bien huele eso!”, dijo Juan, y agregó, “¿cómo se hacen?”. Mientras María servía dos para cada uno, le respondió: “Son muy simples. Se toma una rebanada de pan blanco de molde, se le pone un chorrito de aceite, un trocito de queso, una rodaja de tomate, un poquito de cebolla, algún condimento y arriba puede llevar o una rodaja de jamón o dos anchoas o una sardina... un instante en el horno y listo. Yo las llamo pizzitas.” Mientras concluía su frase, María le acercaba a Juan un malbec de esos que se guardan para los amigos muy especiales, para que fuera llenando las copas. Pasados unos minutos de amena charla en la que se evitó retornar al tema que los reunía, y en el momento de servir la tercera pizzita, María le dijo a Enrique: “no te creas que me olvidé de tu interesante objeción acerca de que el progreso de la ciencia muchas veces se ha basado en conceptos, teorías o dispositivos cuya utilidad inmediata no era evidente o en experimentos cuyos riesgos no eran totalmente conocidos”, citando lo dicho anteriormente por él casi textualmente. Y agregó: “a mí me parece que la clave del análisis consiste en comparar cuál es la escala de los riesgos que se van a correr con la magnitud de los beneficios esperados. En el caso de una máquina del tiempo no hay duda de que existe una gran incerteza en ambos platillos de la balanza: ¿quién podría asegurar algo acerca de los beneficios o los riesgos?. Lo que yo creo es que frente a esa importante incerteza, se debería sustituir el concepto habitual de la ciencia en cuanto a que todo lo que excite la curiosidad humana debería investigarse, por un concepto quizá más conservador consistente en investigar solamente lo que parezca razonable. Y, aquí, por razonable entiendo todo aquello que supere un análisis exhaustivo de lo que antes comenté sobre recursos, riesgos, beneficios y cualquier otra característica relevante del proyecto.”
En ese momento Juan se dio cuenta de que debía decir algo y, sin pensarlo más lo dijo: “Bueno, amigos, me parece que en el curso de esta conversación he comprendido una cantidad de cosas en las que ni siquiera había pensado anteriormente. Ahora las palabras razonabilidad y utilidad, o tal vez me gustaría decir conveniencia, han adquirido para mí una nueva resonancia. Para decirlo con un ejemplo simple, antes pensaba por qué no hacer esto o lo otro, digamos... una máquina del tiempo, si eso fuera posible y, en cambio, ahora pienso más bien: por qué hacer esto o lo otro... ¿tan solo porque se me ocurre a mí...? y es aquí donde las palabras razonabilidad y conveniencia me ofrecen una resonancia nueva. Es decir pienso: ¿tal cosa es razonable?, ¿es conveniente...? Y en esta línea de pensamiento es que les digo que he ido perdiendo en este día, aceleradamente, mi inquietud por estudiar la factibilidad de la construcción de una máquina del tiempo. Pero una nueva idea ha venido a reemplazar a esa inquietud: de a poco he ido descubriendo la importancia de coincidir. Sí, de coincidir, en el sentido que da la teoría de la relatividad a esa palabra, es decir: de estar en un mismo lugar y en un mismo instante... en nuestro caso con unas personas que, a través de un intercambio de ideas, pueden estar modificando de algún modo su futuro.” Y agregó, con un gesto de la mano que intentaba abarcar la mesa y sus alrededores, “bueno, no sólo ideas...”, y advirtió que, en ese momento, Enrique, María y él mismo sonreían...

22 comentarios:

Nautilus dijo...

Roberto, sos todo un H.G. Wells, pero con mayor base científica. ¡ Y yo que me estaba perdiendo los episodios de "La Novela del Tiempo"...¡ si tan solo volviera al pasado para remediar ese error !¡Quizás la novela me da pautas para construir mi propia máquina del tiempo !

¡ Saludos...!

Roberto dijo...

R, discrepo profundamente con el pensamiento de María (sobre la razonabilidad). si los hechos de la historia se hubieran pensado con razonabilidad no hubieran ocurrido NUNCA. Y no me refiero a los hechos aberrantes como las guerras (que la falta de razón las desató). Me explico.
La razonabilidad, como la moral son conceptos dependientes del tiempo y por lo tanto cambian a cada instante, hay momentos en la historia que estos cambios se hacen notables, y entonces tenemos un nuevo orden en los pilares teóricos de una doctrina.
Pongo ejemplos de la física, La idea de galileo sobre que todos los cuerpos caen con la misma aceleración no es razonable, la experiencia de esa época demostraba lo contrario, y los experimentos posteriores de Newton mostraron que una pluma y una moneda lo hacen en el vacío, pero no que TODOS los cuerpos lo hacen, la extrapolación de un experimento hizo cambiar el concepto de razonable de aquel tiempo.
mas cerca en el tiempo, cuando Niels Bohr desarrolla su modelo atómico, rompe con la razonabilidad del momento. Maxwell y Lorentz había establecido que: toda carga acelerada debe radiar, era razonable y se había probado experimentalmente ese hecho, sin embargo Niels dijo que no, porque no? por decreto. Puso una hipótesis contradictoria con toda la física del 1900 y cambió la razón de aquella época.
El pensamiento de María lleva a la limitación de la razón y sólo podrá dar conclusiones sobre una base de presupuestos que no son para nada absolutos y por lo tanto con cierta probabilidad de ser falso.
He dicho.
Saludos en esta noche lluviosa.

Nautilus dijo...

No hay razones científicas para creer que la "razonabilidad"- en un sentido técnico- es un concepto arbitrario, ni tampoco lo es la moral – en un sentido técnico- , ya que sabemos por descubrimientos de las neurociencias que lesiones innatas en el neocórtex predisponen al individuo que las padece a un instinto asesino que no está de ninguna manera culturalmente condicionado. Si hay que agregar peso a tu proposición, debería enunciarla como "Para todo patrón comportamental P, si P es un curso de acción moral, entonces está culturalmente condicionado". Pero esto a) es auto contradictorio, porque presupone la precisión del lenguaje, y no un lenguaje privado, como lo son los sistemas lingüísticos naturales b) presupone la racionalidad, que es lo que estás atacando, porque argumentas que no existe racionalidad...pero das argumentos para intentar probarlo. Y la única definición científica de racionalidad es : cadena de proposiciones bien-formadas cuya forma es válida -en matemáticas- y cuya verdad es delimitable, testable, en un número finito de experimentos repetibles -en el caso de las ciencias naturales-. Ese es un error típico que se perfecciona con mayor pericia lógica. Como decía el matemático y lógico Alfred Tarski, a menos que uno defina bien de qué está hablando y formula correctamente las preguntas, el debate es ocioso. Por cierto, que mientras algunos aseveran que conceptos como moralidad y racionalidad son relativos a un tiempo dado, entonces esto es una perogrullada, ya que, por esa misma razón, la afirmación "moralidad y racionalidad son conceptos dependientes de un tiempo T", es también dependiente de un tiempo T, y por lo tanto, es una paradoja: si es verdadera, es falsa, y si es falsa, es verdadera. Por lo tanto, es falsa.
María "la tiene re clara", como dicen algunos argentinos coloquialmente. El universo está ahi afuera, y al misterio no le afecta en nada que uno resuelva el problema con una dilucidación brillante y eterna. No hay razón, asimismo, de amedrentarse ante tal respuesta. Porque la verdad es maravillosa, para aquel reducido conjunto de personas que participan en esa actividad que denominamos ciencia.

Nautilus dijo...

Sobre las curiosas afirmaciones apropósito de Galileo, son completamente falsas. Galileo desarrolló una perfecta combinación de ideas y experimentum crucis. En lugar de la especulación ociosa de la filosofía que lo precedía, alimentada por la mafia del estagirita, Galileo dijo : terminemos con esto y arrojemos las balas de cañón por un plano inclinado. Lo que se hace, es teorizar, porque de un conjunto finito de observaciones no se puede inferir que la proposición de Galileo asuma validez universal, en caso de que el proceder sea inductivo. Pero Galileo no procedió inductivamente. Abdujo hipotéticamente, y la teoría, en ciencia, sobrevive si sigue prediciendo hechos que se confirman con experimentum crucis y si cubre la totalidad de los hechos que se observan a medida que la historia humana progresa. Fuimos a la luna con los Principia de Newton, no con la Teoría de la Relatividad: esta última explica mas hechos, pero la primera sirve para muchos hechos del cosmos que la hacen valida dentro de cierto margen. Por otra parte, ¿quién dijo que Niels Bohr rompio con la razonabilidad del momento? En absoluto, la mecánica cuántica es la mejor teoría jamás formulada dentro de una ciencia natural: es más precisa que la mecánica newtoniana perfeccionada por Lagrange, Laplace, Poisson y tantos otros. Es mejor, tal vez, que la teoría de la relatividad especial. La electrodinámica cuántica es la teoría más perfecta y racional, en el sentido lógico absoluto, que no se alterará jamás dentro del proceder científico. Si la mecánica cuántica altera el sentido común, eso no tiene porque servir de piedra angular para concluir que la ciencia ha abdicado; para nada. Hay una sutileza de lo que quiere decir racional : el concepto de sentido común, mera doxa, que no le es útil a la ciencia, y el concepto técnico de "racional", que no tiene nada que ver con los vericuetos históricos de las palabras del lenguaje natural. Sin duda la ciencia siempre progresa porque se sirve del lenguaje más perfecta jamás concebido, las matemáticas y el cálculo inferencial -o sea, la lógica formal, pero lo nombre así para no confundir con el término se sentido común, que es siempre variable e irriguroso-. No es de extrañar que la ciencia natural que más avances realiza use en su totalidad términos abstractos que no tiene relación directa con los datos inmediatos de los sentidos. He ahí, pues, la razón de que la racionalidad sea tan firme, eterna y ucrónica. Sin duda alguna, María sabe muy bien lo que dice.

Roberto dijo...

Ay! confieso que me asusta tener lectores como Yamil y Vieytes.

Un abrazo a ambos.

Víctor dijo...

Hola Roberto. No sé si el cuento ha terminado ya o no.. en cualquier caso, me parece muy bueno porque aborda un problema clásico (el viaje en el tiempo) desde una perspectiva distinta a la habitual. Algo que, me atrevo a decir, es una especialidad de este blog y de su autor.

En cuanto a la postura de María...pienso que incurre en una contradicción fundamental. Pretende ser "humana", pero infringe una "ley natural" (por llamarla de alguna manera) del ser humano: la necesidad de saber, de descubrir el mundo que nos rodea.

La inteligencia humana necesita conocer, de la misma forma que el cuerpo humano necesita comer. El conocimiento es el objetivo en si mismo, no las consecuencias que ese conocimiento nos pueda deparar. No puedes dejar de descubrir la rueda porque algún día alguien pueda fabricar con ella un tanque; ese será un problema distinto que habrá que abordar de otra forma... tendrás que prohibir el tanque, y no la rueda o la posibilidad de descubrirla.

No te niego (no le niego a María)que algún día los humanos podríamos perecer víctimas de algo que hayamos inventando nosotros mismos (las armas nucleares, un transgénico que salió mal, un viaje en el tiempo que cambió algo indebido... vete a saber), bien podría ser así. Pero si así ocurre no será porque hayamos "conocido", sino porque no habremos sabido administrar ese conocimiento.

Por eso, no es "razonable" (volviendo al cuento) negarse a saber (por el motivo que sea) el "por qué" de las cosas.

Como dicen los montañeros cuando les preguntan por qué escalan una montaña: "porque está ahí.."

Para terminar, te comento que a esta hora de la mañana estamos aquí a 10 grados (y eso que todavía, aunque por poco, estamos en verano). En estos días vuestro frío se está cruzando con nuestro calor, de lo cual nos podemos felicitar mutuamente.

Roberto dijo...

Yamil,
para dar una contestación a tu crítica requería que me contestaras las siguientes preguntas:
a) ¿De que color es la luz del sol?
b) ¿De que color ves la luz del sol?
c) ¿Que fuerza acelera un automóvil por una ruta horizontal?
d) Por sí o por no, si hay un gato en una habitación cerrada con un elemento radioactivo que al emitir acciona un mecanismo que envenena al aire que respira el gato, ¿el felino esta vívo o muerto?
No es un examen, solo para clarificar la contestación.
Saludos.

Roberto dijo...

Víctor, pues tienes razón: María es un tanto "conservadora" para la posición corriente de los científicos. Sin embargo, ¿tú te ofrecerías como voluntario para el primer viaje experimental de una "máquina del tiempo" en aras del progreso de la ciencia?
En cuanto a la novela, le faltan aproximadamente dos o tres capítulos y ya había pensado que el último va a llevar la palabra "fin" al final para evitar confusiones.
Un abrazo desde Buenos Aires.

Víctor dijo...

Probablemente, en mi situación personal actual, yo no me ofrecería.. pero no creo que fuese demasiado difícil encontrar algún voluntario. No tanto en aras de la ciencia, sino en aras de la pura y simple aventura. Un abrazo

Nautilus dijo...

Respuesta a Roberto V:
1)La pregunta está mal planteada. Lo que yo, como devoto de la lógica matemática haría, sería : Dado cualquier objeto O, construir, desarrollar un modelo M para O, tal que de M se deriven predicciones testable a partir de, y solo a partir de, el modelo M. Si M no predice nada –y cuando un modelo predice, inmediatamente explica- simplemente se lo tiene que dejar de lado. Ahora bien, la palabra “color” no tiene mucho sentido físico. En lógica, es falacia ontológica: creer que un conjunto de sonidos y significados arbitrarios tienen un denotatum de segundo orden. Para la física, el espectro electromagnético –i.e., la combinación de campos eléctricos y magnéticos que viajan a la velocidad de la luz, transportando energía y momento, que reúne una variedad de ondas o radiación con longitud diversa- puede tener, entre esas varias longitudes de onda, una longitud de onda que corresponde a lo que el homo sapiens loquens describe como experiencia cromática en su retina. Asimismo, ver un color implica que el objeto observado absorbe todas las longitudes de onda correspondientes, excepto aquella que es descrita por la experiencia cromática del observador. Existe un viejo gedankenexperiment, a saber, la “inversión de espectro”, que puede enunciarse como sigue: Dado un color de un objeto, existe otro observador O para el cual el objeto previamente observado por otro observador, puede ser diferente. Sin embargo, esto se refuta fácil, si se tiene en cuenta que es posible determinar en experimentum crucis la longitud de onda del objeto en un lenguaje no privado de denotatum de segundo orden ( o sea, la matemática subyacente a las longitudes de onda), que se correlaciona con una pieza evidencial o piezas evidenciales e1,e2,…eN. En este caso, las piezas evidenciales son el experimentum crucis.

Nautilus dijo...

2)Teniendo en cuenta la clase finita de proposiciones precedentes –que denominamos “teoría presupuesta”, porque es basamento para las siguientes proposiciones- podemos afirmar que: uno) las experiencias cromáticas del organismo en cuestión, a saber,el Homo Sapiens, están a merced de la experiencia cromática particular, o sea, de la detección de la longitud de onda en la retina que corresponde a la luz visible emitida por el sol –desde luego que, como diría Leverrier, gracias al ojo del intelecto sabemos que PODEMOS VER MAS, pero eso sería “imposible” para alguien que solo cree que lo que existe es lo que detecta el ojo-. Más exactamente, puesto que el sol es un astro, y es materia, y toda la materia, hasta donde sabemos, está compuesta de átomos, podemos decir que cada uno de esos átomos emite luz, y lo hace porque ha partido con una cantidad de energía igual a la de la onda luminosa; si emite con determinada frecuencia v debe acotarse a la teoría del cuantum de Max Planck
-¡Qué rápido voy ¡¡cuánto información hay en estos humildes caracteres arbitrarios! Al Homo Sapiens Loquens le costó unos 15 mil años darse cuenta de la energía está cuantificada, y esa información extrasomática, que no está contenida en el ADN sino en los libros, es ahora atravesada con la rapidez de un relámpago en una noche tormentosa!- .
Para la Drosophila Melanogaster, el mundo es muy diferente, aunque la Drosophila Melanogaster no tiene eso que vagamente denominamos conciencia y razón de orden “superior”, porque “percibe” sin ser consciente y por lo tanto no en el mismo grado en que lo hace un ser humano; las longitudes de onda que puede “percibir” esta humilde mosca es impresionante : puede ver hasta la radiación de 2 537 Angstroms –Problema para el biólogo que lea esto :¿cómo una mosca puede tener un rango de detección de un tipo de radiación que probablemente nunca estuvo en el medio de los insectos? La vida de la sopa primigenia evolucionó, claramente, cuando estuvo fuera de las nocivas radiaciones que penetraban desde el espacio que provenían del sol, y los gases de la atmósfera hicieron posible que solo determinado tipo de radiación penetrara en ella ( véase: “Reflections of Drosophila to 2 537 A Radiation”, Frank E, Lutz y E. N. Grisewood. American Museum Novitates, numero 706, marzo de 1934). Por otra parte, me pregunto por qué los seres humanos no somos capaces de percibir longitudes de ondas distintas a las de la luz visible, como la infrarroja, si eso sería una clara ventaja evolutiva; en todo caso, esto se explicaría por orden de viabilidad de las de las diversas variaciones de un organismo que están a merced de un patrón establecido que ocurre per saltum (i.e., exaptacionismo neo-darwinista)-.

Nautilus dijo...

3) La noción de fuerza es, físicamente, considerablemente incorrecta, y no tiene sentido.
En realidad, el término de “fuerza”, el concepto de fuerza, proviene de la teoría de Newton, quién la empleó para explicar buena parte del universo. Por lo tanto, la teoría presupuesta que respondería a qué hace que un auto caiga por una ruta horizontal es: Newton formuló tres leyes, una de las cuales es el principio de inercia –que sintetiza muchas cosas que ya había pensado previamente galileo- : en términos lógicos, “Para todo X, si X es un cuerpo material C, entonces C persiste en estado de o bien movimiento rectilíneo uniforme o bien el reposo si y solamente si no existe una causa que incida sobre el estado de C”. Esto implica que un cambio de velocidad en dirección, intensidad o en ambas se debe formular en términos de lo que llamamos aceleración. Por lo tanto, si un auto es empujado por alguien, entonces se moverá, pero como todos los movimientos terrestres tienden a cesar, pasará luego estar de nuevo en reposo (teniendo en cuenta la fricción). Ahora bien, si el auto está en el punto más alto en reposo y cerca de él hay una ruta horizontal, entonces el auto permanecerá en estado de reposo a menos que o bien no esté en su centro de gravedad o bien alguien lo empuje. En ese caso, un pequeño impulso inicial provocaría un gran cambio en el resultado, y claramente el auto tiene lo que llamamos energía potencial gravitatoria: podríamos inventar un sistema de sogas y poleas donde cada vez que el auto caiga, un hombre audaz se desprenda abruptamente del suelo.

Para finalizar, la pregunta lógicamente correcta sería: ¿qué campo hace que el auto permanezca sobre la superficie de la tierra? El campo que hace que el auto, y cualquier otro objeto físico, permanezca en la superficie del planeta tierra (df. Planeta :cuerpo celeste que está en órbita alrededor del sol, que tiene suficiente masa para tener gravedad propia para superar fuerzas rígidas de un cuerpo de manera que asuma una forma equilibrada hidrostática, es decir, redonda, y que ha despejado las inmediaciones de su órbita) es el campo gravitacional. No me siento idóneo con las ecuaciones de Einstein, porque no soy experto en relatividad general y especial, pero puedo seguir sus inferencias a tal punto de estar completamente seguro de que: 1) debe haber una equivalencia entre masa inercial y masa gravitatoria 2) la acción a distancia (no mecánica: es decir, no hay mediación causal entre la materia) postulada por Newton, es buena, pero no tan buena como para explicar todos los fenómenos –e.g. el perihelio de Mercurio- y porque en el tercer capítulo de los Principia Newton intenta dar una explicación mecánica a su ley de gravedad, cosa que el mismo acepta que no puede hacer; por lo tanto, debe haber una explicación que obedezca a las propiedades del medio –del espacio- para la gravedad, y no a propiedades intrínsecas de la materia, como hizo Newton.

Nautilus dijo...

4)El físico Erwin Schrödinger –con el cual me siento muy identificado en su forma de pensamiento, perfectamente explayada en “Mente y Materia” -¡cuánto valoro la lectura de este libro!- y en “¿Qué es la Vida?”-“se lee en uno segundos”, anotó alguien, “pero se necesita toda una vida para olvidarlo”—planteó un gedankenexperiment donde aducía que la imagen proporcionada por la mecánica del cuantum era incorrecta. Más exactamente, la imagen probabilística de la mecánica cuántica. Hizo eso porque creía que los artículo de Max Born se trataba incorrectamente a Psi : la amplitud de probabilidad de que un electrón en el estado n se desvié en la dirección m. Psi al cuadrado de la amplitud de la función de onda individual, según Born, proporciona la probabilidad de existencia de un estado cuántico. Estos resultados estadístico-terministas (y no, como se afirma en muchos libros de divulgación, “estadísticos”) no degustaban bien en el paladar clásico de Erwin, y entonces formuló su experimento lógico. En él, un gato estaba encerrado en una caja donde había una probabilidad del 50 por ciento de que una partícula radioactiva mortal decaiga en una hora. Por lo tanto, dijo Schrödinger, es absurdo, porque luego de una hora, las probabilidades de que el gato esté muerto o vivo son idénticas. Por ende, dijo, tenemos que aceptar que el gato no está del todo vivo ni del todo muerto. Y la interpretación probabilística de la función de onda de Schöringer es falaz. Sin embargo, esto es incorrecto. Hoy la “paradoja” se usa para ver las superposiciones cuánticas, que no tienen nada de paradojales.
Dicho sea de paso, en realidad el experimento está mal planteado. La teoría cuántica es una teoría de hechos microscópicos, no de hechos macroscópicos: creer que se puede aplicar a un objeto macroscópico es incorrecto, porque se precisaría una teoría de campos unificados testable. Y eso, hasta el momento, no se ha formulado. La mecánica del cuantum es válida en el orden de magnitud de 10^ (-35) metros y/o 10^ (-44) segundos; si te salís de eso, o sea, si consideras un gato, o cualquier trozo de materia que sea “macroscópico”, tenés el hermoso, tangible y nada fantasmal mundo macroscópico. Y el mundo macroscópico es determinista, no estadístico-terminista.

Nautilus dijo...

Queda una cosa más. Puesto que todos los homo sapiens loquens que viven en la tierra parlan al menos un sistema lingüístico natural, y un lingüista y un lógico pueden probar con toda plenitud que el sistema conceptual proporcionado en los vericuentos de la evolución es un sistema con denotatum de primer orden, se puede inferir que, toda proposición –el lenguaje tiene una cardinalidad de infinito igual a la de los números naturales- asertada en un sistema lingüístico natural es o bien trivial, si es verdadera, o bien falsa, si no es trivial. Por lo tanto, para ver la verdad, para que el cerebro tenga un percepto ( conocimiento ) de la realidad superior –o sea, de denotatum de segundo orden- se precisa otro sistema conceptual, el de los significados abstractos que culminan en teoremas : la lógica matemática, y por extensión, la matemática, porque casi toda la matemática puede deducirse de unos pocos axiomas lógicos. Si te interesa el tema, yo publiqué en mi blog un artículo de resumen sobre el Teorema de Frege, un hito de la lógica matemática moderna.

Saludos.

Roberto dijo...

Mientras, escribo las respuestas te digo:
La lógica y la matemática son ciencia exactas, pero la realidad es fáctica, por lo tanto no hay un ente en este universo que responda a a ellas.
Si vas a comprarte un camisa y comentas al vendedor la mitad de lo que has escrito, que te venderán?

La noción de viajar pertenece al mundo fáctico, no al de las funciones definidas en R³xR (que no es lo mismo que R⁴) que es el dominio de los campos. Los campos, como los números, no viajan.

No toda fuerza deriva de un campo, sólo las fuerzas conservativas, y justamente la que hace mover a un automóvil es la fuerza de roce que es NO CONSERVATIVA (y lo sigue siendo aún recurriendo a la teoría de funcionales). Justamente lo que mueve a un auto es la fricción y no hay lógica que valga para negarlo!

La lógica matemática no sirve para mover coches, ni para abrir fábricas ni para nada que no sea propio de las ciencias exactas, es más el 100% de los cálculos que se realizan en la actualidad se desarrollan en máquinas donde, por ejemplo, las leyes del álgebra conmutativa no son válidas.

Y algo sobre "mente y materia" Me pareció fantástico el capitulo sobre el Neo-Lamacrkismo, pero me pareció nefasto el que niega la solidaridad de los sindicatos obreros, aduciendo que van contra el principio de supervivencia del más apto. Esa idea es propia de animales descerebrados, no de seres humanos.
saludos.

Nautilus dijo...

Yo no afirmé que toda fuerza derive de un campo. Solo afirmé que la noción de fuerza, en el exclusivo sentido newtoniano de acción a distancia, fue negado en el siglo XIX y con el se abrió una nueva etapa en la física. Es recomendable que cites mis afirmaciones, porque yo no afirmé eso. Por otra parte, nadie con cultura científica niega que se requiera un modelo matemático para intelegir la realidad. Y lo de la camisa, bueno, es un evento mundano donde una persona hace referencia mediante un lenguaje natural con denotación de primer orden. No veo nada raro en eso.
Las otras contra-argumentaciones parecen salidas de un libro de Heidegger...dudo que entiendas algo de lógica matemática y fundamentos de las matemáticas. Solo una persona así podría decir que "La lógica y la matemática son ciencia exactas, pero la realidad es fáctica", porque la lógica y la matemática son ciencias formales, no exactas. Ese es un término que daría un escolar, tal vez util para el escolar, pero no para la actividad científica. Si, yo estoy de acuerdo en que la realidad es fáctica, pero "lo fáctico" solo es asequible con modelos matemáticos. Y los modelos matemáticos se fundamentan en la lógica matemática. No conozco a nadie con educación en lógica matemática que lo dude. Por otra parte, la ciencia, no importa lo que digan los adversarios del conocimiento, sigue avanzando, a toda velocidad. La pregunta "lo que mueve al auto" es vaga. Si se refiere a su funcionamiento, es el principio del motor de combustión. Si se refiere a alguien que lo empuja, es la fuerza que proporciona quien lo empuja.
Sobre la afirmación "los campos, como los números, no viajan", es algo cierto, yo no afirmé tal cosa. Yo solo afirmé que para comprender los datos del entorno, se precisa de un modelo matemático. Como dice el físico Steven Weinberg, y como sabe cualquier lógico, damos más realidad al modelo matemático correlacionado con piezas evidenciales -hechos fácticos...- que a un pensamiento sin ese fundamento. No veo nada extraño en ello.
Lo de animales "decerebrados", me parece una falacia ad verecundiam. No creo necesario los insultos, el insulto es el recurso que usa la persona cuando no tiene argumentos. Y sobre todo, cuando no entiende qué es un cálculo simbólico sujeto a reglas de inferencia.

Nautilus dijo...

P.D. : Francamente creo indigno que insultes en un debate franco y sincero, me parece moralmente reprobable viniendo de alguien que en muchos comentarios parece entender la ciencia. Pero la ciencia es más que recitar de memoria las ecuaciones de Maxwell, es dignidad intelectual, rigurosidad en la argumentación, con citas, si querés significar lo que yo afirmé "justamente lo que mueve a un auto es la fricción y no hay lógica que valga para negarlo". Nuevamente y por si no me he expresado bien, yo no dije que toda fuerza se derive de un canmpo. Mencioné la fuerza a partir de la teoría newtoniana, entendida como acción a distancia, y las objeciones que recibió, que el mismo se encargó de intentar refutar, en el tercer capítulo de sus Principia, donde se esfuerza por dar una explicación mecánica a la acción a distancia, sin lograrlo. Por lo tanto, mi respuesta, es correcta y válida. Pero dice poco sobre un científico una doxa, porque a eso se reduce, que no está nutrido de qué es la lógica matemática. Lo invito a publicar un paper donde lo pruebe, ya que eso haría aportes sustanciales a la ciencia en las revistas "Biolinguistics" y "Journal of Logic". Pero ese no es el caso, un teorema -en este caso, de la linguistica ( en lo relativo a propiedades sintáticas de las lenguas naturales ) y de la semantica de las lenguas naturales ( véase Bunge, Mario "Semántica : Sentido y Referencia"; y "Lógica, Lenguaje y Significado" editado por Edhasa, del matemático holandés K. van Benthem; el lingüísta H.J. Verkul y otros dos lógicos más, para un repaso de los teoremas de tipos bivariada y para Lógica Epistemica aplicada a lenguajes naturales- no se refuta, es así. Dice poco el que alguien que no haya hecho aporte creativo a la ciencia deductiva diga algo que es contrario a aquellos que han hecho aportes significativos. Esto es un ejemplo claro e indudable de alguien que conoce ciencia, pero que ignora, totalmente, sus fundamentos. Y un científico que ignora los fundamentos de la ciencia es alguien que no sabe sobre los fundamentos del conocimiento que sustenta, que, en ese caso, solo sería mera creencia. Yo lo invito que consulte la bibliografía pertinente.

Roberto dijo...

Yamil, no deseo meterme en un debate que me excede y realmente dista de interesarme, dicho con todo respeto. Pero, me parece, que has leído incorrectamente un renglón de lo escrito por Vieytes: él no te insulta a ti sino que se refiere a una calificación sobre el AUTOR DE UN LIBRO sugerida por la lectura de uno de sus capítulos, la cual (la calificación) no puedo juzgar por no haber leído el libro.
Un abrazo.

Nautilus dijo...

Estimado Roberto :

Así es, Vieytes no dije eso de mí, yo no lo tomé así. Solo me comprometo con la falacia, que él dirigió al señor de turno. Como yo creo que entre seres humanos el recurso al insulto es muy bajo, sobre todo cuando lo dice alguien impregnado de ciencia. Pero no hay que dejar pasar eso, porque como entrega intelectual, el científico debe demostrar lo que dice. Sin duda alguna, si Shrödinger es un "descerebrado"( en todo caso : estaba equivocado, es otra forma de rebatirlo), el señor Vieytes debe tener alguna teoría para explicarlo en términos neurológicos. Pero eso, por supuesto, no puede tomarse en serio. Asi pues, me retiro del debate.

Un abrazo.

Roberto dijo...

Para aclarar,
La definición de descerebrado a quien niega el principio de solidaridad, es la definición de militar hecha magníficamente por Albert Einstein.
La relación entre la negación de la solidaridad y los militares no requiere ninguna explicación para quien conozca la historia latinoamericana (en particular la de Argentina) del último medio siglo.

Roberto dijo...

Un detalle técnico que no puedo dejar de aportar para todos los lectores: La fuerza que mueve a un auto en funcionamiento normal en una carretera horizontal es la fuerza de ROCE que ejecuta el asfalto o el cemento armado de la carretera a las ruedas motrices, hacia ADELANTE. Esa fuerza se compensa básicamente con el roce con el aire el cual ejecuta una fuerza hacia ATRÁS sobre el auto en su conjunto (II ley de Newton). Lo que hace el motor es generar un torque o momento sobre las ruedas motrices que a su vez genera las condiciones para que éstas empujen a la carretera hacia atrás y, por ello, reciban como respuesta o reacción la fuerza de la carretera sobre ellas, hacia adelante (III ley de Newton).
Un equivalente aproximado es el caminar de una persona: los músculos serían el motor... PERO LA FUERZA LA PROVEE EL PISO.
Saludos para todos desde Buenos Aires.

Nautilus dijo...

Es cierto, sí, yo léi mal, y erradamente pensé que Vieytes escribió que era un auto en un punto y que había un plano inclinado, y por lo tanto pensé que el auto estaba en reposo y que, por no estar en su centro de gravedad, podría caer, teniendo energia potencial gravitatoria, o bien era empujado y por lo tanto habría una fuerza sobre el y luego tendria, al caer, energía potencial gravitaria. Fue un error de mi parte leer de corrido muy rápido, y después de hacer otras cosas, creeyendo que había leído bien, y contestar sobre la base de una lectura a ojo de topo. Una razón más para ver la failibilidad de las inferencias inmediatas, dado un estímulo vago, con respecto a la seguridad de una inferencia más segura y lógica. Ciertamente, el motor de cumbustión interna, cuyo gas caliente empujará el pistón hacia afuera, provee el torque o momento sobre las ruedas motrices, y luego la fuerza de roce que provee el asfalto ( o sea, la fricción, que es fuerza de rozamiento entre las superficies en contacto). Debería también haber destacado la fricción en el caso de un auto que cae por un plano inclinado, porque tambien hay rozamiento.


Sobre la definción de Einstein, no la conozco, pero conjeturo que se trata de una metáfora y no de un definuendum científico sobre qué sucede en el cerebro de una persona. En un sentido literal, nadie es "descerebrado" : no podría pensar. Y la mejor herramienta para refutar un accionar bélico militar, del tipo que registra la historia argentina del siglo XX -podemos remontarnos más, por ejemplo, la "conquista del desierto", por Roca, etc.- no será es aplicando la misma falacia que ellos profesaban -insulto, autoridad, violencia, y cuántas cosas más que no cabe nombrar- sino con la razón y una conducta moral. El insulto dista mucho de diferenciarse de la conducta que practicaban los militares, de manera tal que una triste falencia no puede ser contrarrestada haciendo uso de esa misma falencia, porque se recurre al método que estamos intentando increpar. Otro ejemplo lógico.