martes, 27 de mayo de 2008

26. Anécdotas con Roberto

Dos lectoras frecuentes de este blog han solicitado casi simultáneamente que haya un párrafo donde quienes me conocen relaten anécdotas que, de alguna forma, estén relacionadas conmigo.
De acuerdo, ¿por qué no hacerlo?
Aguardo, entonces, los comentarios de mis lectores.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

A pesar del título inspirado en "Almorzando con Mirtha" (un clásico de la TV argentina) contribuiré con un comentario que demuestra que Roberto también es un clásico: alguien que ha formado e inspirado a más de una generación.
Sin embargo, cuál anécdota escoger entre tantas disponibles?
Imaginé a sus lectores de todo el globo preguntarse...: "no será esa historia un elogio inventado por un amigo?".
Por ello mi anécdota sobre el "gran profesor y mejor tipo" que es Roberto, la traigo del pasado comentada por otra persona que sintió antes lo mismo que yo siento desde que lo conozco y que sienten hoy sus alumnos...y el día de mañana sentirán sus hijos.

Suscribo la anécdota del link que adjunto en un ciento por ciento.

http://snarkconsulting.blogspot.com/2007/07/de-qu-hablamos-cuando-hablamos-de.html

Salve Delellis !
King Henry

Roberto dijo...

Gracias King Henry por tu comentario. Espero que inicies pronto un blog donde yo pueda escribir algún párrafo parecido al que vos me has escrito.

Daniela Gayo Herrero dijo...

Temo que esta entrada se convierta en una incontenible bola de nieve de halagos. ¿Vas a dignarte luego a bajar del bronce para saludar a los simples mortales?

Fenicia (con un pie en el avión, aunque tendría que ser en un navío)

Roberto dijo...

Ni siquiera pienso subir al bronce, Daniela.
Espero que tengas un buen viaje y una excelente estadía en el norte de América.

Myriam dijo...

King Henry de nueva cuenta me sorprende con un comentario muy interesante sin dejar de ser gratamente simpático :).
Ya entré a la liga adjunta y después de leer el comentario que ahí se hace de nuestro buen amigo Delellis, me he quedado boquiabierta y orgullosa de tener como amigo a nuestro querido profesor en cuestión. Lástima que a tantos kilómetros de distancia me es de momento imposible ir hasta Argentina a pasearme por ahí con Roberto para sentirme enorme como pavo real así como diciendo "viene conmigo y es mi amigo" :), pero bueno, ustedes que pueden aprovechen la oportunidad.

Les mando un saludo enorme a todos los argentinos que leen este blog esperando que en todo les vaya de maravilla, sobre todo a Fenicia en su viaje.

Myriam dijo...

¡Más anécdotas!, ¡más anécdotas!

¡Saludos a todos!

Myriam P.O.

Luis Horacio Fadel del Campo dijo...

Siempre recuerdo un episodio en el que el profesor Delellis comentó (en los tiempos en que hube sido su alumno) que un colega suyo creía haber encontrado un caso de un sistema en el que no se cumplían las ecuaciones de Maxwell. Lo que resultó notable de ese episodio, es que inicialmente lo comentó con cierta cautela, como dando lugar a la posibilidad de que esto pudiese ser posible, pero finalmente dijo convencidamente: "pero seguramente debe haber algún error de signo". Como queriendo decir que pueden haber cuestiones discutibles, pero las ecuaciones de Maxwell no están incluidas en ese conjunto.

Roberto dijo...

Luis Horacio, gracias por tu anécdota. Me gustaría recordar en qué area de la docencia hemos coincidido. Sin duda vos sabés que cada uno de nosotros, como alumnos, tenemos o hemos tenido algunas decenas de docentes, pero como docente yo he tenido algunas decenas de miles de alumnos y se me hace difícil recordar de dónde te conozco.
Gracias nuevamente.

Luis Horacio Fadel del Campo dijo...

Estimado Roberto, he tenido el grán privilegio de haber cursado la materia Física III con Ud. durante 2006, en el ITBA. El dia de hoy hemos rememorado junto con un compañero, también ex alumno de dicha materia, la anécdota que mencioné anteriormente. Y recordamos felizmente tantas otras, como una ocasión en la que nos comentó acerca de la existencia de una columna de hierro en la India, cuyas cualidades de máxima pureza la hacían inmune a la corrosión, pese a haber permanecido varios siglos a la intemperie. Son esas pequeñas cosas que se aprenden, algunas veces por casualidad, y también son parte, a mi entender, de la formación que uno recibe.

Roberto dijo...

Cuando quieras, Luis Horacio, escribime a mi mail a ver cómo va tu carrera ahora.
Saludos.

rdele@itba.edu.ar

Anónimo dijo...

Querido profesor, estoy cursando el CPC en ingeniería en el ITBA y no pude resistirme a escribir aunque fuera de forma anónima una entrada. Googleé su nombre porque me intrigó saber a qué se dedicaba el profesor que con sólo 3 clases cursadas puedo asegurar que es el mejor profesor que tuve en mi vida, y no es que haya tenido menos de 70. No deja de sorprenderme la altura con la que responde a las dudas, la diplomacia y la sutileza con la que se dirige a los alumnos haciéndoles notar la pavada que estan diciendo al resto pero que ellos crean que dijeron algo brillante. Algunos ejemplos son, cuando inocentemente una chica pregunto si las dos pelotas en un problema tenian peso, como si se tratáse de la aceleración que puede ser nula y Delellis respondió dulcemente "no, son ángeles.. Sí querida por supuesto que tienen peso". Otro fue cuándo mi compañero de banco confundió un signo en el número al cual se elevaba el diez en la notación científica dando un resultado absurdo para el problema y Roberto le preguntó "¿Cuántos miles de años tardaria en moverse el electrón?". Seguiré subiendo anécdotas conforme pasen los días, hay dos o tres por clase. Otra cualidad impresionante de este profesor ademas de su humildad es la forma en que puede hacer parecer sencillísimo algo realmente complicado. Espero sean de su agrado mis palabras como lo serían, creo para cualquier profesor. Nos vemos el sábado (sí, es irritante cursar los sábados pero no me cambié por miedo a no tener a tan excelentísimo profesor). Mis más cordiales saludos.

Anónimo dijo...

Una vez me encontraba en la cafeteria de la facultad. Delante mio estaba usted, observando con detenimiento las facturas, pensando firmemente cual elegír. Quedé impactado al pensar "por favor roberto... son todas iguales... no podes estar 2 minutos eligiendo...". Me sorprendí a mi mismo al darme cuenta de que no son todas iguales, solo que usted es el unico ser capaz de percibir la diferencia. A lo mejor, su detenimiento de se debía a que estaba calculando (y permitame decirlo) con suma facilidad cual de todas es la que poseía mayor masa, cual de todas le convenía elegir. Admiro su poder sobre-humano. Excelente profesor, mejor persona. Gracias por tanto, perdon por tan poco (la próxima le convidaré con chocolatines).

Unknown dijo...

De Ricardo Lembo...
Hola, Roberto, viejo amigo y colega de docencia en la FCEN, a más o menos 25 años de haber dejado de vernos. Se me ocurrió tipear en Google tu nombre y ¡apareciste en tu blog! Leí los comentarios de todo el mundo y me hacen sentir orgulloso de haberte conocido y haber compartido aquellos años contigo en Física III (veo que así también llaman a la materia en el ITBA, y deduzco que no estás ya en la facultad). Te cuento que sigo haciendo docencia, pero en un tema relacionado muy de lejos, que es la inyección plástica. Voy a las empresas que me contratan y en todas partes confirmo que mucha gente pensó que les salia más barata la ignorancia que la capacitación, como creo que aconsejaba Einstein.
Te mando un fuerte abrazo, querido amigo.
Ricardo

Roberto dijo...

Ricardo, ¡Qué suerte encontrarte! Da la casualidad que hace muy pocos días hablé con unos amigos de vos y de cómo escribíamos los parciales de Física III (en el bar y con los alumnos dando vueltas cerca... je je... y con la regla de que si a uno de nosotros no nos gustaba un problema, directamente no se tomaba).
¡Qué linda época esa! cuando Trelles nos dejaba toda la responsabilidad de la conducción de las clases de problemas y de la evaluación a nosotros.
Como sabés estoy en el ITBA. En 1994 no gané un concurso para mantener el cargo de JTP, luego me mantuvieron como interino varios cuatrimestres y me vine definitivamente al ITBA en agosto de 1996, aunque ya tenía aquí unas pocas horas de clase desde 1989.
Me gustaría tener tu mail así nos comunicamos más directamente.
Espero que estés muy bien y, si te parece, seguimos conversando por mail.
Un fuerte abrazo.

Roberto.
19:00, miércoles 9.

Unknown dijo...

¡Hola Roberto!,
Después de haberte escrito mi comentario anterior me dije que convendría esperar un par de días para darte tiempo a que lo vieras, pero me doy cuenta de que no hubiera hecho falta la espera. ¡Qué alegría reencontrarte!
Te cuento que un sábado por la mañana, hace varios años, llevé al hijo de una prima al ITBA, para que viera una exposición de trabajos de alumnos. El muchacho estaba en sus 18 años y no sabía muy bien qué estudiar. Tenía dudas que oscilaban entre ¡medicina, economía o ingeniería!
Imaginate los años que deben haber pasado que ahora hace unos meses que se doctoró en economía (Ji, Ji). Pero la visita al ITBA me sirvió para encontrar otro mundo académico. Pude escuchar a quien entonces era la decana del Depto. de Ingeniería, diciendo a los futuros alumnos y a sus padres que todos eran ignorantes, LO MISMO QUE ELLA, y con la única diferencia de que ella sabía algunas pocas cosas más.
Volví a contactarme con el ITBA hace un par de años porque estoy desarrollando en forma particular un proyecto para una picousina hidroeléctrica y pensé que en el ITBA iba a poder desarrollar mejor la idea. Hablé con un par de ingenieros que se interesaron, pero como hubiera tenido que pagar por los servicios del instituto, decidí seguir solo.
Me alegra saber que estás allí. Me parece que es una gran institución y que da una formación muy sólida. Siempre pensé que era importante aprender a HACER COSAS, más que a escribir sobre ellas en los pizarrones.
Te dejo mi correo y mi website:
lembo.ricardo@gmail.com
www.3to1.com.ar
Un fuerte abrazo.
Ricardo

Unknown dijo...

Hola Roberto,
Leí tu comentario del 31/03/17 sobre lo que habías conversado con Jorge Ratto. Las fuentes de energía renovable, la fusión nuclear, la nanotecnología en general, la computación clásica y la cuántica, la biología y la genética molecular, el diseño y síntesis de nuevos organismos con adaptaciones especiales, etc. creo que van a ser aspectos de la civilización que estarán reservados para grupos cada vez más esotéricos y, por lo tanto progresivamente más alejados del resto de los humanos, quienes seguirán siendo más próximos a lo que eran en el siglo XX, es decir, los humanos casi tal como vinimos al mundo.
Hay que observar que hoy mismo muy pocos de entre nosotros están en condiciones de construir una central de energía, o reparar un automóvil, o una plaqueta de cualquier CPU.
El mundo ya está dividido en dos partes: la de los que conocen, porque fundaron o aprendieron alguna (s) de la (s) nueva (s) tecnología (s), y la de aquellos que sólo pueden ser testigos incapaces de interactuar con ellas. Así, un adolescente no tiene dificultades para operar una PC, pero a un adulto de 70 generalmente tal cosa le parece completamente ajena. Todos fuimos testigos de las dificultades que tenía un jubilado para operar un simple cajero automático. Su curva de aprendizaje no tiene la misma agilidad que la de un joven.
Los cambios en el mundo siguen un proceso de aceleración que determina una falta de adaptación progresiva, probablemente porque nuestra mente es incapaz de adaptarse con la suficiente velocidad. Ya en los años '60, en un articulo de la revista Planeta ("Qué curva sigue la Humanidad", del que no recuerdo el autor) se decía que alrededor de 2030 la velocidad de cambio de nuestra civilización iba a impedir la adaptación de la mayot parte de las personas, exceptuando quizás a algunos especialistas.
Si se me permite un breve ejemplo para terminar, no es necesario para comprobar esta afirmación que esperemos 12 años más.
Hace poco tuve que dar una clase en la empresa Honda Motor y se planteó el problema de estimar la fuerza con la que convenía mantener apoyadas entre sí una máquina inyectora de plásticos y el molde correspondiente. Así planteado, este tema ya debiera estar pareciendo un misterio para todo aquél que no tenga alguna noción, pero baste aclarar que la cosa conduce rápidamente a calcular el área de la superficie de contacto, generalmente circular y por lo tanto de cierto radio. Pues bien, escribí en la pizarra la conocidísima fórmula de "pi por radio al cuadrado" y en el intervalo se me acercó el gerente de planta para pedirme que no escribiera ninguna fórmula. La razón era muy simple y debí habérmela imaginado: Me dijo el gerente. "No fueron a la escuela primaria y no podrían entenderla".
Hace bastantes años H. G. Wells escribió "Lo que vendrá", donde describió un mundo dividido en dos parets: por una lado una sociedad altamente civilizada, capaz de construir aeronaves gigantescas, y por otra una sociedad en la barbarie y vestida con pieles. Dos mundos completamente incomunicados entre sí. Es ahí donde se plantea la pregunta de cuál será la relación de fuerzas. ¿Quiénes representarán (o representan) la mayoría? Puesto que es probable que el mundo marche hacia el destino que esa mayoría le señale.
Parecido a lo que ocurre ahora con nosotros: a pesar de lo que nos muestra sin dismulo el sentido común, en relación con no gastar más de lo que producimos, la que por ahora espero que sea sólo una minoría se empeña en mantener el rumbo hacia el despilfarro permanente. Los que conducen a esa parte de la sociedad se anotan, como siempre para conseguir votos y beneficios, en la demagogia y el facilismo.
Sólo habría que esperar que, si la mayoría decidiera adelgazar, los demagogos de siempre no pretendieran suprimir la ley de gravedad.
Un abrazo.
Ricardo

Unknown dijo...

Hola Roberto,
Releí tu comentario de marzo de 2017 y aprovechando tu texto (seguidamemnnte entre comillas) te escribo algunas ideas, pero con la intención de que contradigan un poco tus puntos de vista. Estar de acuerdo en todo sería muy aburrido, ¿no?
Ojo que sobre algunas de las cosas que digo ni yo mismo estoy del todo de acuerdo.
"algún día la gente descubrirá que apuntar a conseguir el bien común es algo que le conviene a todos. Se me ocurre que algo evidentemente conveniente para todos es algo que tiene grandes probabilidades de volverse real; pero, además, en la actualidad tenemos un detalle que nos diferencia de la humanidad que poblaba nuestro planeta antes de 1990: la comunicación es ahora universal e instantánea (yo escribo en el blog y me pueden leer en Singapur en el minuto siguiente...)".
Es posible que algún día se descubra (¿o redescubra?) tal conveniencia, pero tengo mis dudas de que eso signifique necesariamente que se convierta en algo real. La paz, p. ej., es algo conveniente para todos, pero sin embargo siempre ha habido guerras. La educación es otro ejemplo, pero siempre ha habido quienes la entorpecieron para conservar el poder, desde los sacerdotes hasta los políticos.
Una tendencia no es un pronóstico: no garantiza que se alcance la meta. Pueden imaginarse infinidad de situaciones que serían convenientes para todos si se dieran en la realidad, pero sin embargo no ocurren. Tampoco han ocurrido en forma inexorable, a pesar de haber sido imaginadas probablemente desde la Antigüedad. Y si alguna vez hubieran ocurrido, no puede dejar de observarse que el mundo es un sistema en estado dinámico en el que muchas cosas pueden cambiar.
Lo efímero ha mostrado ser lo único permanente. Me cuesta creer en un estado estable e ideal. Siempre han aparecido perturbaciones más o menos significativas. Por otra parte, aun suponiendo que pudiera llegarse a un equilibrio estable, un bienestar generalizado y permanente, puedo imaginarme la acción de algún grupúsculo aburrido de ese statu quo y que buscaría cómo perturbarlo. Más aún: si no fuera suficiente con esperar cierto lapso para la aparición de algún disconforme, pues entonces habría que esperar un poco más. Al menos ésa me parece que ha venido siendo la experiencia humana hasta ahora, sin importar mucho la velocidad y universalidad de las comunicaciones. Fuimos los mismos antes y después de la imprenta, los mismos antes y después de Internet, y sólo se acortaron los tiempos y las distancias geográficas que nos separan. Pero realmente, ¿llegamos a entendernos mejor? ¿O sólo mejoramos nuestra capacidad de compartir información digitalizable?
Un abrazo,
Ricardo

Anónimo dijo...

Roberto Delellis y Ricardo Lembo,
que claros que tenían (tienen) los conceptos de Física aquellos pibes !!!

PS. ... los borradores de los examenes que preparaban juntos, eran cuidadosamente destruidos (por RD) y luego tirados en cuanto tacho había en todo el Pab. I !

Anónimo dijo...

Una vez salí de un final de física 1, con una duda sobre una velocidad que no era ni la final ni la inicial, y me lo crucé en el pasillo y le pregunté por la solución, le dije que tenía una velocidad que no sabía cuál era, que era variable, y me dijo:"ya te respondiste, pensalo". Yo me quedé pensando y no lo entendí, ese verano estando alcoholizado y sin ningún contexto, se me vino a la mente esa conversación y entendí como se resolvía el ejercicio

Anónimo dijo...

Hola Roberto, recuerdo un día cursando Física 1 en el ITBA, realizando ejercicios de consolidación para un parcial, cuando un ejercicio no me daba bajo ningún punto de vista como decía la respuesta. Le comenté mi problema y usted enseguida, como siempre tan bien predispuesto, comenzó a pensar el problema. Tras unos minutos con la mente inmersa en los cálculos llegó a una conclusión: ¡yo tenía razón! ¿Cómo podía estar mal la respuesta? Es así como en un ímpetu de ansiedad y necesidad por saber qué se escondía detrás de ese ejercicio, dio usted por finalizada la clase y me pidió que lo acompañara de inmediato al laboratorio para discutir el problema con otra profesora. Pude percibir en usted una grandeza y un entusiasmo inmenso al observarlo tan absorbido por un simple ejercicio de Física 1. Llegamos al laboratorio y, antes de que la profesora pudiera entender nuestra presencia allí, usted se abalanzó sobre las notas de la docente donde tenía todos los ejercicios. "¡Roberto, cálmate! Esperá un minuto, por favor.", decía la profesora mientras sus ojos ansiosos recorrían cuentas y cuentas para entender nuestro error. Resulta que habíamos interpretado erróneamente el enunciado, "errores del castellano" me dijo con una sonrisa aliviada, manteniendo su reputación como el Dios de la Física intacta.

Anónimo dijo...

Buen día estimado Roberto, llevo años leyendo este blog pero es la primera vez que me animo a compartir mí anécdota en mí sección favorita pese a haber compartido varios gratos momentos juntos. Me encontraba cursando Física I, materia que cómo usted me comentaba, puede darse en 2 semanas. Cómo ya habíamos terminado hace tiempo las clases y lo que quedaba era todo ocio y diversión, dónde desafiabamos al profesor a resolver logaritmos más rápido que la calculadora, le consulte acerca de un problema que me tenía inquieto sobre un disco que pese a perder masa no giraba más rápido como yo pensaba, a lo que usted me respondió: "¿Vos cuando te cortas las uñas salís disparado para atrás?". En el momento que usted me hizo esa pregunta quedé paralizado. Pensé en mi interior que otra vez se encontraba usted mostrando sus brillantes cualidades como cuando logró probarme que el módulo de la gravedad era de 9,81 metros sobre segundos al cuadrado en no menos 2 minutos y 28 segundos lanzando una goma (marca pelikan, de las naranjas y azules) y simplemente haciendo algunos ajustes matemáticos al fenómeno observado.