sábado, 13 de febrero de 2010

166. Aprendiendo Física: ¿resuelvo problemas o estudio situaciones?

Recientemente un amigo me solicitó que escribiera un trabajo sobre enseñanza de la Física para una revista universitaria. Mientras espero su publicación, decidí compartirlo con mis lectores. Espero sus comentarios.
(Las páginas que siguen se pueden ampliar)


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12 comentarios:

Myriam dijo...

No cabe duda que la experiencia que tienes en la docencia se refleja en tu escrito. Le dí una leida un poco rápida pero en cuanto tenga un ratito lo leo con más detenimiento y si me surge algún otro comentario yo te lo hago. En cuanto lo veas publicado nos avisas porfavor.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Roberto, si bien tenía noticias directas de tus ideas, la lectura de tu escrito me convenció de lo acertado de la propuesta.
Es cierto que muchas veces enseñamos a nuestros alumnos a aprobar exámenes más que a aprender conceptos y desarrollar intuición, a pesar de nuestros principios, impulsados sobre todo por la falta de tiempo y la multifunción a que nos somete el régimen educativo vigente.
De paso, me gustaría saber qué respuesta tuviste (de parte de todos lo involucrados) al aplicar esta ideas.
Un gran saludo,

Coriolis

Roberto dijo...

Corilois, coincido plenamente con tu segundo párrafo.
Con respecto a tu pregunta, te comento que en las materias donde me gustaría aplicar estas ideas no soy yo quien decide sobre el contenido de las guías de problemas.
Realicé algunas pruebas parciales que me parecieron satisfactorias, sin embargo debo decir que una fracción de los alumnos creen estar perdiéndose algo importante si no resuelven la totalidad de las guías de problemas.
Ya veremos qué pasa más adelante.
Prometo informar cualquier novedad que aparezca en el futuro.
Un saludo desde el otro extremo de la ciudad.

Roberto dijo...

Myriam, espero tu comentario ya que, según tengo entendido, te has dedicado a la docencia durante algunos años y tendrás sin duda tus ideas sobre este tema.

Un beso desde Buenos Aires.

Víctor dijo...

Hola Roberto,

Estoy muy de acuerdo con tu planteamiento didáctico.. aunque te comentaré algo más.

En el ámbito del derecho en el que me muevo, el aprendizaje por repetición está asociado a la memorización de conceptos (preceptos legales y jurisprudencia fundamentalmente). No sé si en el ámbito científico la memoria servirá de mucho, pero quizás es lo que se pretende con el sistema de enseñanza que identificas como “clásico”.

Lo cierto es que en mi disciplina tampoco te vale de mucho la memoria en bruto si no eres capaz de comprender la esencia de los conceptos, y de esta forma manejarlos adecuadamente. Nuestras construcciones no tienen una estructura muy distinta a la científica, pues se trata de ordenar adecuadamente hechos (esto es, datos) y fundamentos de derecho (equivalentes a vuestras leyes universales), para obtener con ellos una conclusión (resultado). La diferencia es que en ciencia buscas un resultado que se desconoce, y que debes encontrar a través de datos y leyes objetivas; mientras que, para mí, lo único importante es el resultado al que quiero llegar, el cual ya conozco, y mi trabajo consiste en seleccionar los “datos” y “leyes” adecuadas que me conduzcan a él. Pero aunque se trate del proceso inverso, la construcción jurídica ya finalizada no es muy distinta a una fórmula científica, hasta pretende tener el mismo aspecto de limpia y pura objetividad.. ;-)

Por lo tanto, la comprensión de los conceptos es fundamental, esto está claro. Pero también es cierto que sólo se trata del principio, pues si, además, tienes los conceptos memorizados, cuentas con una enorme ventaja en el ejercicio de la profesión, al disponer de una mayor facilidad para efectuar las asociaciones lógicas necesarias en el razonamiento profundo, y poder encontrar en algún recoveco de la cabeza una solución rápida a un problema cuando la situación exige una respuesta inmediata y sin libros.

Como te decía, no sé si esta función de la memoria es trasladable al mundo de la ciencia. Pero si así fuera, y si el aprendizaje “clásico” pretendiese, también en el ámbito de la ciencia, la memorización de conceptos, me parecería compatible con tu planteamiento.

La solución ideal, en mi opinión, sería comenzar con problemas de comprensión como los que propones (estudiar situaciones)… pero también, y a continuación, repetirlos (resolver problemas) -bajo diferentes formulaciones- para que los alumnos, además de comprender los fundamentos científicos, los memoricen.

Lo que no sé es si dispondrás de tiempo lectivo suficiente para hacerlo todo..

Saludos

Roberto dijo...

Víctor, es exactamente como tú dices del principio al fin del comentario. Coincido plenamente. Y como dices en el último renglón, la dificultad la introduce el factor tiempo: un curso típico de una materia básica para la ingeniería dura algo menos de cuatro meses. En ese lapso el alumno suele dar dos parciales y un examen final, éste generalmente unas dos semanas después de concluido el curso. Entonces, el alumno tiene que dar cerca del día 50 del cuatrimestre su primer parcial. Yo creo que frente a ese desafío más le vale estar convencido de que con unas pocas leyes generales y cierto entrenamiento para aplicarlas podrá resolver cualquier problema razonable que le presentemos. La situación contraria es la que me presentó hoy una alumna que vino a ver su examen no aprobado. Me dice ella: "Profesor, yo preparé todos los problemas de la guía para el examen de diciembre y volví a estudiarlos ahora para este examen... ¿cómo tengo que estudiar? ¡siempre aparece algo nuevo!" Ella se refería a un tema especialmente difícil de cierta materia de tercer año. Yo quería explicarle que era más prudente en su caso aplicar con confianza las leyes generales de esa parte de la materia y, para darle cierto color anecdótico, lo que le dije fue: "Mirá, yo, en toda mi vida, no he resuelto sobre este tema ni la décima parte de los problemas que vos resolviste en los últimos tres meses; simplemente hago dos cosas: me imagino como funciona el experimento (para no cometer errores insalvables por mal manipuleo algebraico) y aplico las reglas (que son solo dos...) con confianza. Y continué: en esta situación que planteamos esta mañana hay tres 'ingredientes', el peso del objeto, la tensión del alambre y el hecho de que el objeto (que es bastante asimétrico...) gira. Eso es todo, no puede faltar ninguno de los tres."
Otra cosa que se nota aquí en temas de Física es que nuestros alumnos son llevados de las narices por el manipuleo matemático de las fórmulas sin revisar su significado en el experimento real. Otro ejemplo de hoy: un problema comenzaba con la frase "un objeto parte del reposo..." Respuesta real de un alumno (de verdad real): "el objeto no puede haber partido del reposo..." ¿Qué querrá decir, que el autor miente?
Te cuento, Víctor, que yo empiezo los exámenes entregándoles hojas para la resolución y cuando les doy los enunciados de los problemas siempre digo la misma frase: "lean los enunciados antes de resolver y, si es necesario, léanlos por segunda vez hasta que tengan absolutamente claro cómo es el experimento que se propone, se encuentra muchas veces física muy correcta y muy bien escrita resolviendo situaciones diferentes de las propuestas". Antes de diez segundos, el 90 por ciento están escribiendo como locos.
En conclusión te podría decir que, en mi opinión, es muy difícil luchar en los tres primeros años de la universidad contra los doce años previos de preparación realmente muy pobre en temas totalmente básicos como Matemática e Idioma, el nacional quiero decir... ni hablemos de alguno extranjero. Me conformaría con que la preparación mejorase tan solo en esos dos únicos temas.
Como ya te habrás imaginado, mi humor no es hoy el mejor después de haber calificado varias decenas de pruebas entre las 11 y las 2 de la tarde.

Un abrazo y gracias por tu comentario.

Myriam dijo...

Bien, te comentaré algo al respecto.

Mi experiencia como docente de materias de física tuvo algunos tintes como los que platicas tanto en la entrada como en tus comentarios salvo por el hecho que el nivel al que yo impartí las materias era de preparatoria, es decir, jovencitos de 16 a 18 años en promedio y eran materias obligatorias para ellos, a diferencia de lo que podría suceder con tus alumnos que son de licenciatura y que estan ahí porque específicamente "les gusta" el área fisico-matemática. En mi caso no era así necesariamente.

En base a este perfil de alumnado te contaré que la metodología que yo procuraba usar era ir llevando a los estudiantes de la mano desde el primer día definiéndoles conceptos fundamentales como de "trayectoria" o "distancia" hasta cuestiones mucho más elaboradas que se fueron construyendo con los diferentes "conceptos base" que al principio se definieron.

Pero la cuestión tenía un trasfondo: los muchachos traían problemas con conceptos elementales de álgebra, trigonometría y ni hablar de cálculo, entonces eso pone al profesor en una postura de: "o me hago de la vista gorda y yo sigo avanzando con mi tema o me detengo a revisar algunos de esos huecos que traen los muchachos".

Aterrizando la idea, a lo que quiero llegar es que en mi caso aunque yo así lo hubiera idealizado me resultaba imposible por los tiempos que me marcaban para avanzar con el temario pretender preparar a los estudiantes a un nivel profundo de razonamiento lógico sobre un tema en particular para que fueran capaces de atacar cualquier otro problema semejante o bien, incluso interrelacionarlo con otro tema. Claro, en ocasiones se daba el gran milagro pero en general nos quedábamos con los primeros 5 problemas de cada sección de la serie de problemas. El tiempo no permitía más.

Bueno, esa es la parte "operativa" pero existía el aspecto de el desinterés de algunos alumnos por la materia por lo cual no importaba cuán interesante puediera uno elaborar su tema, los alumnos simplemente tomaban lo básico.

Comentarios reales de ex-alumnitos míos:

"Pero, "miiiss" (con cara de algo de fastidio) ¿a mi para que me va a servir aprenderme estoo?, yo quiero estudiar Relaciones Internacionales" y entonces, sabia respuesta de la teacher: "Pues primeramente PARA QUE PASES LA MATERIA (silencio para ver la expresión de su cara) y segundo para que... (y aquí venía un esfuerzo de la miss para convencerlo/a de que había cierta relación entre sus inclinaciones profesionales y la física)", otro ejemplo de un chavito enojón (que me caía muy bien precisamente por eso, dicho sea de paso): "Maestra, usted es muy severa para calificar" mientras me mostraba su examen todo lleno de anotaciones en bolígrafo rojo "los otros maestros no son así" ¡Ups! entonces me preguntaba ¿Entonces debo de calificar a la ligera y no decirles en que se equivocaron?, ¿debería "omitir" detalles técnicos como el que pongan unidades inadecuadas en los resultados, que se coman un punto y le den al traste al resultado o que escriban con los pies y me entreguen un examen indescifrable?. La verdad es que no sé bien que querían los alumnos. Creo que estamos mayormente acostumbrados a tolerar la mediocridad y a exigir lo básico, es difícil ir en contra de la corriente.

Continua...

Myriam dijo...

Concretando. Considero que se requiere una completa vocación a la docencia cuando de hacer reflexiones sobre la mejor manera de enseñar se trata. Eso refleja un sincero interés por ayudar a los alumnos y tratar de rescatar algún buen elemento que se encuentre entre ellos. En la práctica la inercia general del alumno es a rechazar todo aquello que represente una complicación y esfuerzo a la abstracción del pensamiento así que uno debe armarse de paciencia y mucha energía para aplicar una técnica bien planeada como la que propones y, tercero, se debe tener una materia prima óptima para trabajar, me refiero a los alumnos, así uno considere que su clase es una obra de arte, si los alumnos no ponen de su parte todo el trabajo se puede ir al cesto de la basura.

Ese es mi enfoque, créanme, me tocó trabajar en un ambiente fuerte y difícil donde conocí buenos elementos pero también unos nefastos para los cuales era más importante los eventos sociales que organizaba la escuela que participar en un círculo de discusión sobre el fenómeno de las velocidades relativas en objetos en movimiento rectilineo que alguna vez se originó en clase: "Si, si, ya les creí, pasemos a otro tema" dijo uno de ellos. ¡Ups! lo bueno de esa experiencia fue que mejor regresé a estudiar y me quité de esa problemática que me inquietó durante 2 1/2 años. En un futuro daré clases a nivel profesional y ahí te contaré mis experiencias, quizá mas apegadas a las tuyas.

¡Saludos a todos! al final me divertí contando mis experiencias :)

Roberto dijo...

Gracias Myriam por tus comentarios.
Puede que esté equivocado pero, en mi opinión, si un alumno se convenciera de que en cada capítulo de cada rama de la Física (por ejemplo: la dinámica de la rotación dentro de la mecánica de partículas) hay menos de una decena de situaciones diferentes por analizar, él terminaría haciendo un esfuerzo MENOR (y con un éxito MAYOR) que aquel otro que intenta resolver mecánicamente varias decenas de problemas, sin comprenderlos totalmente.
Por estos rumbos no todos comparten mi opinión pero, sinceramente, yo estoy absolutamente convencido de esto que te digo.

Un beso desde Buenos Aires.

Roberto dijo...

Agrego solo un resumen: quiero decir que lleva menos tiempo y menos esfuerzo aprender más si se utiliza el camino adecuado. Ese camino es, en mi opinión,
"analizar situaciones significativas" y no "resolver numerosos problemas".

Saludos, nuevamente.

Anónimo dijo...

Bueno, aunque no pertenezco a su circulo, si soy amante de la Física y de enseñarla, actualmente estoy trabajando en la sustentacion de mi trabajo de grado para obtener el titulo de licenciado en Física (universidad distrital - Bogotá - Colombia), en donde debo argumentar el por que la cantidad no garantiza calidad, y es exactamente lo que puedo interpretar de su artículo, el cual me sirve de guia y de base para mi sustentación, definitivamente lo importante no es que un estudiante memorice o mecanice, realmente debe comprender los conceptos, no quiero decir con esto que el estudiante no deba hacer ejercicios, sino que estos deben ser propuestos con un objetivo claro que involucre la matematica y los conceptos físicos, pero ademas en una secuencia determinada y apropiada, en la que se garantice la comprensión, análisis y argumentación.
Gracias por el espacio y por compartir sus valiosas ideas
Ivan Torres.

Roberto dijo...

Estimado Iván, coincido con todo lo que dices en tu comentario. Un sitio de internet que también te puede servir para tu trabajo es:

http://sites.google.com/site/desafiosdefisica

Un abrazo desde Buenos Aires.