miércoles, 14 de octubre de 2009

152. La novela del tiempo - Capítulo 9

Se produjo un corto silencio hasta que les sirvieron el té. Mientras Juan agregaba azúcar al suyo, por decir algo comentó: “Fue interesante aquel congreso, ¿no?... digo, porque se pudo encontrar trabajos sobre temas muy variados, desde algunos que estaban en el límite entre la Física y la Química hasta otros que lindaban con la Matemática como el que vos presentaste… ¿de qué era exactamente?” “Ah, sí…” respondió María, “era un trabajito que intentaba describir fenómenos de turbulencia a partir de un formalismo que usaba funciones de distribución en espacios de seis variables… digamos… posiciones y velocidades. Luego requería un esfuerzo computacional considerable para obtener los resultados que se comparaban con lo que se medía en los experimentos reales de laboratorio. Desde mi punto de vista te digo que era muy interesante el tipo de matemática que había que hacer y cómo se resolvían las dificultades que iban apareciendo en el desarrollo. ¿Y el tuyo…? Era algo de unas ondas medio raras, ¿no?” “Sí” contestó Juan, “fue un trabajo que hicimos con Fernando y que se originó en una tesis que tuve que dirigir en una universidad privada que en aquel tiempo tenía una carrera de Oceanografía. Se trataba de cómo presentar didácticamente la teoría de las ondas de Rossby para un curso de grado” “¿Y qué son esas ondas?” preguntó María. “Son unas de enorme longitud y mínima amplitud que recorren los océanos, originadas simultáneamente por el giro y la esfericidad del planeta, lo que lleva a ecuaciones dinámicas muy interesantes… fuerzas de Coriolis y todo eso…” concluyó Juan.
Para ese entonces, la tarde ya casi daba paso a la noche y las jarritas de té estaban vacías.
Juan quiso hacer algo así como un resumen de lo sucedido en ese día, diciendo: “Creo, María, que a lo largo de este día han ido surgiendo puntos de coincidencia entre tus ideas y las mías sobre varios temas… por ejemplo, eso que dijiste sobre la falta de razonabilidad de los objetivos de las personas sobre ellas mismas, sobre los demás y sobre el extraordinario universo que nos rodea, me pareció de una sensatez excepcional a la vez que el resultado de una reflexión muy profunda.” “Bueno Juan, gracias”, respondió María y agregó, con una sencillez inigualable “yo podría decir también eso de las coincidencias Juan, seguro que sí… pero además, a lo largo del día, me he ido enamorando de vos.” Para Juan el efecto de esta frase inesperada fue como el de un rayo que hubiese caído en el umbral de la puerta del club: por un instante se quedó sin palabras, pero con un esfuerzo sobrehumano logró articular correctamente lo que quería responder: “yo también, María”, dijo extendiendo su mano derecha por sobre la mesa hacia ella; María la tomó firmemente con sus dos manos, mirándolo a los ojos. En ese momento los dos sabían que estaban sellando un pacto más allá del tiempo.
Salieron. El cielo ya exhibía algunas estrellas pero el horizonte todavía mostraba una línea rojiza, cada vez más oscura.
En su casa de Buenos Aires, Enrique, que imaginaba todo lo que efectivamente estaba ocurriendo, no podía dejar de sonreír.

- - - F I N - - -

31 comentarios:

Myriam dijo...

Woooow!! QUE FINAL!!

¡Como me gustaría tener aunque fuera el 5% del valor de María para decirle a algún tipo que me gusta, así en su cara! y que bueno que Juan no se le avalnzó de repente, bueno, ni siquiera sabemos si la besó al despedirse pero eso habla de la mesura y buenos modales del protagonista.

Ya no supimos más del proyecto de la máquina del tiempo pero por lo menos nos imaginamos que la historia continuará y quizá las conversaciones sobre ese tema continuarán acompañadas, sin duda, por cantidades industriales de bocadillos y café.

Saludos y abrazos al autor y a sus protagonistas!

Roberto dijo...

¿Quién sabe...? Tal vez no se despidió...

Myriam dijo...

Ay Roberto! por primera vez había creído que existían hombres mesurados aunque fuera en las novelas de ciencia-ficción y ya ni eso puedo creer, me has quitado la ilusión :).

Víctor dijo...

Esta novela es inclasificable... mejor aún, es la primera de una nueva clase que se conocerá en el futuro como "romance científico" (con permiso de los Curie, claro).

Claramente Roberto, el final de la novela es más del gusto de Myriam que del mío, jeje. A mi me hubiera gustado ver aquí escrita la solución al problema del viaje en el tiempo.

Ahora bien, no hay que negar que incluso el final de la historia tiene una dosis importante de ciencia ficción.. porque eso de que una mujer te diga de frente lo que le dice María a Juan.. vamos, eso es todavía más imposible que los viajes en el tiempo.. :) Me temo que hasta la lucha por la igualdad de géneros tiene sus límites, ¿verdad Myriam? :P

Roberto dijo...

Te pregunto, Víctor, lo que ya he preguntado a varios amigos:
¿detectaste que en la última frase se deja saber algo bastante importante respecto de la trama?
Por aquí y por ahora, nadie respondió que sí.

Un abrazo desde Buenos Aires.

Myriam dijo...

A decir verdad a mi también me hubiera gustado que se retomara al final el tema del viaje en el tiempo y que hubiera habido una relación entre el romance y el tema central de la novela.

Es cierto eso de que dificilmente una mujer se le declararía a un hombre así de frente, pero no es imposible, de hecho si el hombre vale la pena es altamente probable que suceda.

Lo que yo creo es que a veces los hombres son muy cómodos y quieren que la mujer les haga todo, hasta la declaración formal de amor y eso ya se me hace el colmo, además luego dicen que una es la loquita y la buscahombres, ya saben como son machistas los hombres (en general) así que por eso es que eso no sucede tanto en la vida real, no tanto porque no pueda pasar sino porque los mismos hombres juzgan mal que una mujer actúe así.

Myriam dijo...

¡Estoy emocionada de que pronto iniciaré mi propia novela!

Víctor dijo...

Del último párrafo se desprende, evidentemente, que Enrique sabe lo que está pasando. Repasando la historia desde el principio -y, en particulr, el capítulo 1-, podría tratarse de una confabulación entre María y Enrique para atraer a Juan hacia la casa de María y dejarle luego allí indefenso. Juan sería, el pobre, una víctima..

Víctor dijo...

excusas Myriam, excusas...

que es muy cómoda la postura esa de las mujeres, de estar ahí esperando tranquilamente a que se te declaren, y poder luego elegir entre lo que se te va presentando...

que es muy triste nuestro papel de hombres, snif snif, eso de irte ofreciendo con las mejores intenciones y que te contesten "¡no!", "¡vete a paseo!", "¡eres feo, largo de aquí!", etc...

¿que a una mujer la llamarían buscahombres, dices? ¿y cómo consideran las mujeres -que son tan feministas como los hombres machistas- a los hombres que van detrás de ellas, sino unos buscamujeres?

¿cómo demonios se formarían las parejas si los hombres no tomásemos esa responsabilidad? Y encima, ¡se nos echa en cara!

nada nada, ¡¡IGUALDAD YA!!

jeje, ¿se nota mucho que te estoy provocando? ;)

Myriam dijo...

¡JAJAJAJAJA! "¡eres feo, largo de aquí!" ¡JAJAJAJA! :) ¿¿pero quién contesta así?? a menos que la chica en cuestión sea una grosera jejeje. Bueno, quizá yo no sería tan mala.

Ni hablar, es el rol que les ha tocado:los hombres buscan pero las mujeres deciden.

Y si, Enrique y María se confabularon, no me queda la menor duda.

Roberto dijo...

O bien... Juan y Enrique...?
Je je...
Quién sabe...

Saludos.

Manuel Aráoz dijo...

No entendí la última frase :(

Roberto dijo...

Hola Manu, gracias por leerme.
Con respecto a la última frase: en un capítulo anterior se puede encontrar que algo así como una hora antes Enrique se dirigía al cumpleaños de un sobrino en Avellaneda, compromiso que aparentemente había olvidado. Y se lo habían recordado llamándolo de apuro a su celular.
Espero que ahora esté más clara la última frase.
Saludos.

Roberto dijo...

Mmmm, debo decir que las novelas tienen varios puntos de atracción ... pero esta termino siendo una historia de amor en La Plata.

Hemos leído sobre las artes culinarias de María, la inexactitud de los supermercados de Buenos Aires para ponerle nombre a las plantas, y hemos asistido a una tarde de sábado donde los protagonistas han comido sin parar.

Coincido con Víctor que es inclasificable.

Agrego que lo que parecía ser una idea nueva, los problemas del vianjate temporal, quedaron en el teclado, una lástima.
Y gue! habrá que seguir esperando la segunda novela de la saga.
Saludos

PD PARA LA:
Viste que los físicos somos similares, sólo que aquel que conocés, te ofreció la mano a la salida de la confitería para recorrer el camino (de la vida) juntos.

Roberto dijo...

De acuerdo, Vieytes. Tal cual vos certeramente comentás. Tal vez la próxima salga mejor.
Muy romántico lo de "para LA".
Para los que no lo saben...
LA es, en realidad, L. A.
Saludos cordiales para todos.

Roberto dijo...

No estoy diciendo que ha salido mal, sólo que parecía de otro estilo.
Saludos

Roberto dijo...

Pero es cierto: es un tanto desprolija y hasta incoherente por tramos. La interpreto como un primer intento digamos... no demasiado malo... je je.
Un abrazo desde el otro extremo de la ciudad.

Víctor dijo...

A mi también me ha parecido muy romántico, Vieytes..

Roberto dijo...

Mmmm, me parece que me están jodiendo!!

Pd: el término joder en el Río de la Plata es inofensivo. Es sinónimo de embromar.
Saludos.

Roberto dijo...

En mi pantalla se muestra el reloj con las 0:37, así que es hora de cantar!!

Qué los cumplas feliz,
qué los cumplas feliz,
qué los cumplas Robertito,
qué los cumplas feliz!!!!!!!!

Myriam dijo...

Y 20 minutos después de Vieyes (aunque aquí todavía faltan dos horas para que sea jueves) estoy yo aquí para hacerle segunda a la manera mexicana:

¡Estas son las mañanitas
que cantaba el Rey Daviiiid
a los muchachos bonitos
se las cantamos asiií.

Despierta Roberto despierta
mira que ya amanecioooó
ya los pajarillos cantan
la luna ya se metiooó!

Esta es la típica canción de cumpleaños que se canta en todos los hogares mexicanos en los cumpleaños y ahora yo te la canto a ti.

Roberto, las palabras no me bastan para decirte que me alegro mucho de que hayas cumplido un año más de vida, que te quisera hacer llegar un fuerte abrazo por este medio y que sabes que puedes contar conmigo siempre.

¡FELICITACIONES!

(P.D. Mira cómo tus amigos estamos tan pendientes de ti)

Anónimo dijo...

Hola, Hola!!!!
Vampi, qué romántico final!!!!

Y bue...entre tanta discusión, teorías, y cálculos tenía que aparecer la llamita del amor!
Pero... por sobre todo prevaleció la gula, los canapecitos, las galletitas de nuez, las pizzetitas, el deleite de saborear un té!! Hum...qué rico...


De mi parte, no era de esperar este desenlace.
Entre nos (cambiaste la idea sobre la marcha) ¿NO? Ja Ja Ja
Entre lo científico y lo romántico, decidiste que María se inclinara hacia el amor… dejando los cálculos matemáticos de lado, para conquistar a Juan, por el estómago!!! Ja Ja Ja

Sabés una cosa? R.D . El personaje de Juan me recuerda a alguien que vos y yo conocemos…
Lindo FINAL!!!!

Pero….estas en deuda con todos los lectores del blog (entre los que me incluyo) que por mayoría queremos saber si se pudo o no hacer la máquina del tiempo y realizar el tan discutido viaje!!!!

Vamos R.D Ud. Puede!!!!

Ahora…., me tomo el atrevimiento de contestarle a R.V:

Tenés razón, los físicos tienen romanticismo!!! (y me consta).
Pero no todos tienen la caraduréz de decir “compartamos los gastos, porque soy becario”!!!

PD para los amigos del blog: Luego, lo arregló a la salida de la confitería ofreciéndome su mano para recorrer el camino de la vida juntos!!! A lo que yo, no me negué.

Saludos a Todos
L.A

Anónimo dijo...

R.D!!!!


FELÍZ CUMPLEAÑOS :) :)

Un beso grandote

L.A


PD: Cuándo festejamos?

Roberto dijo...

Para LA: te cuento que, realmente, no cambié de idea sobre la marcha. Yo tenía bien claro desde el principio que todo lo relacionado con la máquina fracasaría, más o menos por las razones que se exponen en la propia novela y que María y Juan se enamorarían, empezando tal vez por tener coincidencias de tipo intelectual del estilo de las que muestran también en la novela.
Un beso y muchas gracias por las felicitaciones.

Roberto dijo...

Ah, me olvidaba: qué bueno está eso de "compartamos los gastos porque soy becario", je je.

Roberto dijo...

Para Myriam: Muchas gracias pr la canción de cumpleaños y por el mensaje.

Un beso desde Buenos Aires.

Roberto dijo...

Para Vieytes, me parece que puedo hablar por mí y por Víctor para asegurarte que no te estamos "embromando".
A mí me gustó mucho el parrafito.
Saludos desde el otro edificio.

Víctor dijo...

Muchas felicidades también de mi parte Roberto, ¡he llegado justo a tiempo, según la hora de Madrid!

Un abrazo.

Roberto dijo...

Muchas gracias, Víctor. Yo estoy recibiendo tu saludo a las 21:00 del día 27, así que está perfecto.
Un abrazo.

Roberto.

Anónimo dijo...

Hola!!
Soy Ailín me recuerdas?? espero que si.De mi parte va este mensaje:
Feliz cumpleaños !! espero que la pase muy bien con los que te quieren.
Y si hay fiesta no te olvides de poner una copa mas en la mesa,para degustar un rico vino.
R.V ya me da permiso para la degustación pero para ir a bailar no.
jaja te mando besos y cuidate.=)

Roberto dijo...

Hola Ailín !!
Muchas gracias por tu saludo. ¿Cómo van las cosas? Hace mucho que no me escribís... dale, contame cómo va la escuela, cómo se porta RV... lo que quieras.
Ah! y decile a RV que vaya pensando en encender un fueguito en el patio que ya viene el tiempo lindo.

Un beso grande.

Roberto.