viernes, 24 de abril de 2009

114. Acerca de la docencia



Me gustaría saber quiénes de mis lectores son o han sido alguna vez profesores o docentes en algún nivel educativo.
Tanto los que respondan que sí como los que respondan que no, me gustaría que opinaran sobre el sistema educativo de su país y/o que contaran alguna anécdota sobre su participación como alumnos o como docentes en él.
Gracias desde ya.

Para empezar, les cuento que yo soy profesor en una universidad privada (o sea, no estatal) en temas de matemática y física para el curso de ingreso y para los tres primeros años de la carrera de ingeniería. Como soy físico me gusta muchísimo más dar las clases de física, sin embargo, en las encuestas que se les hace responder a los alumnos al final del cuatrimestre obtengo mejores calificaciones y comentarios más agradables en matemática que en física. Bueno, cuando recuerde alguna anécdota interesante, divertida o significativa se las voy a contar.
Espero ahora sus comentarios.

18 comentarios:

Myriam dijo...

Bueno, les comento. Formalmente fui profesora entre los años 2004 a 2006, aunque ya me habían contratado antes como "adjunta" en algún curso de física en carreras de ingeniería.

Yo trabajé en un Instituto privado de educación preparatoria y profesional. Debo decir que es uno de las instituciones mas prestigiadas en México y aunque eso a mi no me atañe tanto se suele ver bien en el curriculum.

Primero dí asesorias a chavos de Ingeniería en materias de física (ahí era la adjunta) y luego fui titular de materias de Física, Cálculo y alguna vez en alguna llamada "La Ciencia y el Hombre en el Siglo XXI" (o una cosa así) pero eso no me encantó tanto. Incluso llegué a ser coordinadora de un par de materias, o sea, yo checaba el avance y organizaba a los profes que dábamos las mismas clases.

Yo trabajaba con chavitos de prepa, o sea que estaban entre los 16 y 19 años, unas de las edades más críticas. Me sirvió mucho pues aprendí cosas nuevas y me entrené mucho en el arte de hablar en público, pero también sentí que era una actividad muy pero muy absorbente y desgastante y por eso decidí dejarlo y proseguir con mis estudios.

Como profesora yo digo que daba lo mejor de mi capacidad intelectual pero ácepto que no era precisamente de lo más tolerante con la actitud de los muchachos en algunas ocasiones. No era como que la profe tierna y comprensiva, sobre todo con los alumnos más guerrosos, pero con los que veía más aplicados si.

Me encantaría volver a dar clase pero a un nivel por lo menos de licenciatura. Si me preguntaras que materias quisiera dar serían las de cálculo, algebra lineal o electromagnetismo. No es que las domine todas pero se que no hay mejor forma de aprender que enseñando, así que eso sería genial para mi.

Con esto termino mi breve reseña de mi pasada actividad como docente.

Víctor dijo...

Interesante tema éste que nos propones… Tengo familiares y amigos dedicados a la docencia, tanto en la universidad como en institutos de enseñanza secundaria, pero yo mismo nunca he sido un “docente”, al menos en un sentido formal. Pero el tema me afecta considerablemente por sus efectos, y eso es lo que voy a comentar.

Como introducción te contaré cómo está hoy la educación en España (es una visión desde fuera de la “comunidad educativa”, hablo sólo como afectado externo). El tema da para mucho más que un simple comentario, pero te lo resumo brevemente: hace unos años, nuestros queridos políticos decidieron –por algún motivo ideológico que desconozco y no alcanzo a comprender- que la clave del asunto no era garantizar la igualdad de oportunidades, sino que había que asegurar la obtención de un título elemental para todo el mundo (pues no tener título es sinónimo de “fracaso”). Naturalmente, al configurarse el título como un “derecho”, no debe exigirse nada a los alumnos que pueda impedir o dificultar su obtención. La consecuencia final es que han destrozado la escuela pública, y con ella la posibilidad de promoción social que suponía para la población más desfavorecida (pues los ricos siempre podrán pagarse colegios privados más exigentes, o estudiar en el extranjero, y huir así de la ratonera). De forma que los nuevos héroes de nuestro tiempo son los profesores que todavía intentan que sus alumnos se esfuercen para aprender algo, ¡esos sí que son unos verdaderos anti-sistema, y no la gente que se dedica a quemar papeleras!

Pero en fin, como estoy fuera del sistema educativo, a mi todo eso no me afecta directamente. Mi problema empieza cuando tengo que contratar a alguien para trabajar. Evidentemente, a una persona que acaba de terminar sus estudios hay que enseñarle todavía el oficio, pues nadie nace sabiendo algo que no ha hecho antes. Me parece normal el desconocimiento de los usos prácticos, y admito también las deficiencias en conocimientos teóricos (a fin de cuentas, todo está en los libros y se pueden consultar)… pero no me siento capaz de enseñar a una persona a expresarse correctamente por escrito, y se me hace muy difícil tener que explicarle a un tipo o una tipa de veintitantos años que existe una relación directa entre el esfuerzo personal y un buen resultado final, o que en el ámbito profesional debe valorar por encima de todo el trabajo bien hecho; enseñar un oficio a una persona ya es bastante complicado como para tener que suplir ese tipo de carencias básicas.

Desde mi punto de vista, los primeros que terminaron la escuela sin adquirir en ella ese tipo de formación básica probablemente se estrellaron al llegar a la universidad. Pero cuando en la universidad se ha acumulado un número suficiente de alumnos sin esa formación básica, han podido vencer la barrera de la universidad y superarla, igual que una presa se viene abajo con una avenida de agua. Y ahora nos toca a otros lidiar con esa gente. La cuestión es que ni el maestro en la escuela, ni el profesor en la universidad, tienen una responsabilidad personal directa por lo que haga su alumno en la vida, y pueden permitirse levantar la barrera y dejarle paso. Pero si yo dejo un asunto profesional en manos de un “alumno” mío, y ese alumno falla y ocasiona un daño a terceros, el responsable directo soy yo. Y eso ya son palabras mayores…. No puedo levantar la barrera, aquí ya no hay paso.

La conclusión final de todo esto es la siguiente: yo podría crear ahora mismo tres o cuatro puestos de trabajo (y además del sector privado, de los que podrían calificarse con justicia como los más “solidarios” de todos -según la fraseología actual-, en tanto que son contribuyentes netos al erario público), pero no puedo hacerlo porque no encuentro el material humano adecuado. Multiplica eso por los miles de profesionales o empresarios que existen en un país, y obtendrás la enésima demostración de la ecuación “educación = riqueza”. Y de su contraria, claro.

Roberto dijo...

Myriam, esa materia que nombras "La Ciencia y el Hombre en el siglo XXI" ¿cómo era? Me interesa el tema porque yo daba una que era algo así como la evolución de la civilización a la luz de los avances tecnológicos y la que tu citas da la impresión de ser algo parecido pero, digamos... más de actualidad.
Un abrazo desde Buenos Aires.

Roberto dijo...

Víctor, es muy interesante tu enfoque del sistema educativo a la vista del "producto" que se obtiene.
Lo que relatas tiene un gran parecido con lo que se puede apreciar en la Argentina: un deterioro de la escuela primaria y media y luego, como tú dices, el descenso de la barrera que podría llegar a ser la universidad. La cuestión sería como nos podemos imaginar que ese proceso se revirtiera, quiero decir, aun contando con la voluntad política, ¿cómo se podría realizar? ¿cómo se podría volver a un cierto nivel... digamos... decoroso del sistema educativo?
Bueno, yo no tengo la respuesta, pero sí me imagino que llevaría décadas por aquello de quién formaría a los que formarían a los que, finalmente, estarían al frente de las aulas.
Digo esto porque tuve la oportunidad de trabajar durante un año y medio dando una materia de último año para quienes egresarían enseguida como profesores de escuela media en un instituto que está considerado entre los dos mejores de la Argentina (y es realmente difícil decidir si es el primero o el segundo...). Lo que pude detectar en ese lapso fue que la preparación que demostraban los alumnos (ya casi profesores) que habían dejado atrás tres cuartas partes de su carrera no era sobresaliente ni mucho menos: en promedio era apenas mediocre. Eso me hace pensar que un cambio en la tendencia que parece que vemos en varios lugares del mundo va a ser muy lento, si es que ocurre.
Un abrazo desde Buenos Aires.

Víctor dijo...

Tienes razón, hay que intentar cambiar las cosas y revertir la tendencia, más que lamentarse.
Yo tampoco tengo la solución, desde luego. Si existiera la voluntad política, creo que el cambio no resultaría demasiado complicado, pues pienso que el fallo no está en la formación técnica (lo que efectivamente requiriría un largo proceso de formación de los formadores), sino en unos valores más básicos que han sido abandonados por pura comodidad (igual que los romanos daban pan y circo a los súbditos, ahora nos ofrecen una vida pretendidamente más cómoda para que estemos contentos y les votemos), pero la gente en el fondo de su ser conoce esos valores perfectamente y los podrá activar cuando reconozca la necesidad de hacerlo.
No sé. Conozco una gente que viendo el panorama está organizándose para fundar un colegio al que mandar a sus propios hijos. Quizás este tipo de iniciativas sean la única solución, porque si tenemos que esperar a que se muevan los políticos, mejor esperar sentados.

Roberto dijo...

¡¡Me asombra la globalización!!
Los comentarios de Víctor, realmente me asombran. El deterioro de la educación no es tema de un país ni de gobiernos de un determinado tinte político sino que, tal parece, es una constante en todo el mundo. No quiero engancharme a esta hora de la noche, (y sobre todo porque no se si podré llegar a buen puerto con la publicación de este comentario) pero …
hay una moda a nivel global en las acciones de las personas que pasa por el vaciar de contenido los actos -o las acciones-, para luego rellenarlas de otra cosa. cito a Víctor:

... la clave del asunto no era garantizar la igualdad de oportunidades, sino que había que asegurar la obtención de un título elemental para todo el mundo (pues no tener título es sinónimo de “fracaso”).Lo veo a diario, se perdió la dedicación por el estudio, por el aprender más allá de lo que dicen los libros, tal parece ser que ahora la cosa pasa por conseguir la aprobación con el mínimo esfuerzo posible muy poco importa lo que queda en el camino por conseguirlo.

Me importa tener el título y no el saber
Es así que, me parece, los títulos de grado pasaron a ser una extensión de la escuela media, y por la tanto universal, pero que el contenido de las carreras se hizo más suave como para que la gente no se quede en el intento.
Las carreras técnicas están con un nivel que hace años está en picada y que no se si se podrá revertir, ni me animo a decir que al menos cambie la derivada. El interés por la docencia decae, y sin docentes hoy, como se formarán los del mañana.

Lo que no comparto es eso de “educación = riqueza” creo que, en promedio, la educación la sufren todas las clases sociales, y que por el contrario el facilismo por lograr algo (aprobar una materia, obtener un título, etc una banca de diputado, etc) esta muy emparentado con la riqueza, pues el niño rico (en general) consigue más fácilmente las cosas que el pobre; aunque evidentemente el primero tiene más opciones para poder encarrilarse.

Creo que me extendí demasiado, pero mañana, si la Internet me deja pasaré a dejar algo sobre mi experiencia docente y contar algunas anécdotas compartidas con el creador de este blog.

Myriam dijo...

Pues está fuerte el problema y sin pretender extenderme tanto, considero que la falla está a todos los niveles, específicamente en escuelas privadas: los alumnos quieren esforzarse lo mínimo para obtener calificaciones aprobatorias y hasta se enojan, protestan y denuncian si alguien osa exigirles algo más, los profesores dicen ¡pues si a ellos no les importa, menos a mi!, los directivos prefieren que la Institución salga bien librada en las evualaciones pues los "indicadores" ante la Secretaría de Educación es el que importa para que puedan seguir cobrando un ojo de la cara las colegiaturas, y (me sucedió) a veces hasta se suspendían unos días las clases para "preparar" a los alumnos para los examenes de evaluación nacional aunque el costo fuera no terminar de cubrir el programa oficial de la materia.

Es decir, todo es pura pantalla y todo se reduce a números aunque, no niego que debe haber casos raros en que la docencia se ejecute de una manera adecuada.

Y esto sucede a todos los niveles, un día les cuento más, por ejemplo de las cosas que yo he observado a nivel de posgrado. Tengo anécdotas interesantes y muy de acuerdo al tema.

Myriam dijo...

Roberto, esa materia del Hombre y la Ciencia trataba de proponerles a los alumnos un tema de investigación específico sobre un tema de actualidad sobre Medicina, Ecología, Telecomunicaciones, etc. y su relacion con la ciencia, además de alguna reflexión y conclusion por parte de ellos, la cual se presentaba ante el grupo con audiovisuales o dinámicas que generaban debate entre alumnos y profes.

Hubo un par de veces que los alumnos si me sorprendieron pero la gran mayoría se estancaban en el mismo patrón, ya saben, la presentacion en computadora y la explicación aprendida de memoria.

Y no me emocionó dar la clase pues, aunque pueda ser un defecto en mi, no me gusta entrar en debate sobre temas en los que a final de cuentas nadie tendrá la última palabra. Prefiero adentrarme y debatir algun problema en el pizarrón que discutir si la eutanasia es o no moralmente correcta, cosas así.

Roberto, ojalá que si nos platiques sobre esas anécdotas de tu vida docente que nos has prometido.

Víctor dijo...

Sólo una puntualización al comentario de RobertoV... cuando decía que "educación=riqueza" no me estaba refiriendo al nivel económico de los estudiantes.
Lo que quería decir es que una buena educación de los ciudadanos se traduce, directa e inmediatamente, en una mayor riqueza económica para el país.... los habitantes de un país son, con mucha diferencia, su mejor "recurso natural", mucho más importante que ese líquido negro tan famoso.
Reconozco que es una reflexión bastante materialista, pero es la única que puedo hacer desde fuera de la "comunidad educativa"
Saludos de nuevo a todos.

Roberto dijo...

Myriam, espero que pronto les pueda acercar a todos alguna anécdota interesante sobre mi actividad docente...
Pero deben darse dos requisitos:
a) que me acuerde de alguna.
b) que termine de "corregir" la pila de parciales que tengo sobre la mesa.
:)
:)
:)

Roberto dijo...

Ya que anécdotas piden sobre el anfitrión Roberto, aquí va una:
Era una tarde de segundo cuatrimestre del 81, como casi terminaba el calor era bastante insoportable, sobre todo para rendir un parcial de Física IB (laboratorio de Física 1). Los docentes habían preparado cuidadosamente los ejercicios a tomar (aunque después de conocerlo mas a fondo a Roberto, uno de los docentes, no me queda la plena seguridad). Uno de los ejercicios trataba sobre la evaluación del error en la aceleración de la gravedad local, y claro Uds dirán ¡que memora, como se acuerda!, muy fácil al decirle al docente un par de incertezas, él inmediatamente, como quien recitara las vocales dio el error con 3 decimales!! Desde ese día dije: éste tipo es mi ídolo.

Varios años después, cuando compartía la tiza con el Sr Roberto, recuerdo que en una clase de mecánica de fluidos, donde había un grupo muy amigable de alumnos, a Roberto le tocó dar el tema de ondas y mientras lo estaba preparando en el laboratorio nos comentaba sus dudas y cosas no muy claras de la teoría. Aquella tarde, junto a Coriolis (también lector de este Blog) nos sentamos en el fondo del aula, para disfrutar de la clara exposición que hacía nuestro compañero, pero no pudiendo resistir la tentación le pasábamos letra a los alumnos cercanos, sobre qué le debían preguntar al docente, y claro las preguntas eran sobre la parte más oscura de la teoría. Pero Roberto pudo salir sin problemas del interrogatorio. Todo un maestro.

Claro que todo no son flores …
Cuando cursé mecánica de Fluidos (materia de 3 año de la carrera) lo volví a tener como docente. Considero que el tercero es el año más complicado, con decirles que estuve a punto de abandonar la carrera y dedicarme a otra cosa … la cuestión es que en uno de los parciales se le fue la mano a los que lo hicieron y tomaron cosas bastante complejas, no por su concepto sino por las cuentas que había que realizar, y claro, Robertito (yo) nunca la pegaba! La cuestión que en uno de los ejercicios (calculo de fuerzas en potenciales 2D, por el método de Blasius) después de hojas y hojas de cuentas al pasar de hoja transcribí mal la expresión y chau!! dio todo mal y el parcial lo tuve que recuperar!! Al reclamar por el tema, Roberto, con algo más de pelo que en la actualidad me dijo: y bueno … tené más cuidado cuando pases de hoja! Y la ·#@|~¬{
Pensar que ahora es un tierno!!!
Saludos y nos leemos.

Myriam dijo...

¡¡Jajaja!! He disfrutado estas anécdotas así como se disfrutaría un rico helado en estos días tan calurosos.

Debo decir que yo no tengo el gusto de conocer a Roberto en persona y tampoco he sido su alumna pues la vida no lo permitió así, pero a pesar de eso si he podido percibir el rigor que maneja en sus reflexiones físico-matemáticas y a veces no se si debería lamentar o agradecer que no haya sido mi profe jejeje :) pues deveras que se debe tener temple para aguantar correcciones enérgicas de un profe así de bueno como nos confirmas que es Roberto.

Pues nada, sólo debo decirte que me acordé de esa famosa reglita nemotécnica para aprenderse las relaciones de maxwell en termodinamica: "Good Physicists Have Studied Under Very Fine Teachers" que seguro recuerdas y que aplica perfecto en esta ocasión para ti y nuestro apreciado Roberto.

Roberto dijo...

La verdad que la palabra que usa Myriam en su comentario, "rigor", me encanta.
Saludos a todos.

Roberto dijo...

Bueno R, que vos nunca estuviste en el bando de los halcones. Rigor científico tendrás pero ... del otro ...

Roberto dijo...

Je, je...

Víctor dijo...

RobertoV, muchas gracias por tu comentario, que nos permite conocer más a tu maestro (o, más que conocer, confirmar una impresión previa), a quienes no tenemos la fortuna de haberle tratado personalmente.
Y además, en sus ratos libres, ¡escribe tankas!

Víctor dijo...

Y debo añadir.... a mi me puede enseñar, ¡pero no me puede suspender!.. ventajas de internet

Roberto dijo...

Gracias Víctor, hay otra que se me ocurre ahora, tratando de pensar como explicarle física cuántica a las sillas de la clase (pues los alumnos ... no se si están allí).
En una entrega de parciales, que se realizaba en una de las oficinas comunes de nuestro laboratorio, ingresa un estudiante, hijo de un prestigioso físico, aunque es anecdótico esto ya que la inteligencia no se hereda, y se encuentra con su parcial desaprobado!! y, al enterarse, comienza a gritar. El gran R, Lo detiene diciéndole: Esta reacción demuestra lo poco que sabés de la materia, si supieras algo, sabrías lo mál que has hecho el parcial.
Sin palabras.