lunes, 9 de junio de 2008

29. Un haiku en un día nublado




Para mis lectores que insisten:

Día nublado,

no me importa: yo tengo

un sol para mí.


Delellis 2008.

3 comentarios:

Myriam dijo...

Con ese cielo se antoja estar en casa, muy tapaditos, tomando chocolate caliente y, si se puede, con una grata compañía que haga que el cielo no se vea oscuro sino que ilumine y radíe como se ve que lo hace contigo.

Excelente tu haiku, ojalá vengan muchos más igual de bonitos.

Anónimo dijo...

Delellis: Alucinante tu haiku. Adhiero ciento diez por ciento al comentario de Myriam. Ojalá que te inspires más seguido y nos sigas haciendo desear más chocolate caliente, ya sea con cielos oscuros o despejados ¿que más da? ¡Con buena compañía uno no repara en el estado del cielo, al compartir la frazada caliente!
King Henry

Myriam dijo...

También estoy de acuerdo con tu comentario King Henry, lo de menos es el día cuando se tiene la compañía adecuada. Lo malo es, como en mi caso, cuando la persona querida está lejos, no hay manera de compartir la frazada y uno queda susceptible a la depresión que causan los cielos nublados.

Pensando en esto, me he inspirado para escribir un sencillo haiku aunque me resulte un poco riesgoso hacerlo debido a que ante el entrenado ojo examinador del Lic. Delellis en aspectos gramaticales, hay que andarse con cuidado.

Mi haiku va así:

Te extraño tanto
Sólo tu voz me anima
A la distancia